Día 0 : La cirugía

La cirugía prácticamente no tiene preparación previa, solo ir en ayunas.
Ah... casi me olvido, me tuve que afeitar no solo los genitales sino también la panza y la parte superior de las piernas.
Ahora me están empezando a crecer los pelitos y es bastante incómodo.

Me instalé en la habitación, me pusieron la bata y me vinieron a buscar con una camilla.
No me me dieron ningún tranquilizante, ni nada.
Fui hasta el quirófano tal como llegué al Sanatorio.
Estaba bastante tranquilo.

En el quirófano me estaba esperando el anestesista y los cirujanos.
El ambiente parecía relajado y rutinario.
Me charlaron un poco mientras me acomodaban en la camilla de cirugía.
Me pusieron una aguja que dolió un poquito y me avisaron que todavía no era la anestesia, sino solo un calmante previo.
Para mi fue suficiente, de allí en más no recuerdo más nada.

Me despierto en otra sala con 2 enfermeras que charlaban, y les pregunto si ya había pasado todo.
Me dijeron que si, que ya estaba todo terminado.
No recuerdo cuando me llevaron a la pieza.
En un momento me desperté un poco y vi a mi mujer al lado de la cama.
Me dijo que había salido todo bien.

Ya estaba de vuelta en la habitación.

No hay mucho más para decir del día 1, salvo unos sueños increíblemente raros, algo que casi no recuerdo y que es imposible de describir.
Una especie de secuencia de líneas tipo arte geométrico moderno, que iban mutando, girando y cambiando continuamente.

No fue pesadilla, pero tampoco tan agradable.